Dicen que besando ranas puedes desencantar a príncipes embrujados... Al menos eso es lo que dice el cuento.
Nuestro cuento no tiene ni príncipe encantado, ni un encanto de príncipe. En nuestra historia sólo hay sapos berrugosos, mucha agua, dosis altas de egoísmo y escasez de encanto.
Froggy viene de París, pasando por Polonia e instalándose en Dublín.
Froggy sólo vive con mujeres porque le gusta que le limpien y exhibir su torso depilado ( ¿o se depilaba los huevillos?)
Froggy no da una mierda por el hábitat en el que vive... es un híbrido entre un sapo y un parásito. Está medio mudo, sólo jura en francés merde y sabe Dios que más barbaridades cuando los pies se le llenan de sal o de agua por culpa de mis pecados capitales o los otros más veniales.
Froggy es como un fantasma... está ahí pero no le ves, sólo notas su incómoda y desnuda presencia cuando NECESITAS ir al baño y está él, escupiendo en la ducha y cantando su estúpido croac, croac bajo el agua.
Froggy avergüenza el orgullo nacional francés más que el propio Sarkozy... sobre todo cuando se pone su micro tanga de los Rolling Stones (que Lucía y yo tratamos como locas de inmortalizar en una fotografía antes de dejar para siempre la mítica Windmill Lane... La búsqueda fue infructuosa, obviamente se lo llevó de vacaciones porque esperaba ligar - no debe saber que a las españolas no nos ponen los tangas masculinos-)
Por fortuna, no tenemos que ver a Froggy nunca más, extraño amante de patitos de goma y también conocido por ser el asesino de la ducha... pero eso ya es otra macabra historia y merece otro post!
Thursday, July 12, 2007
FROGGY FREDDY o la historia de la rana que cantaba debajo del agua
Publicado por bittersweet los 4:13 PM
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