Ahora resulta que vivimos al lado del muro de U2.
Todas esas paredes llenas de graffiti al lado de nuestra casa no son otra cosa que el estudio donde la mítica banda grabó su primer disco.
De repente entiendo por qué la gente se para a tomar fotos de tipo urbano, y por qué cada dos por tres, un grupo de jóvenes distinto se acerca en bici a dejar su huella en el muro, cuya apariencia cambia incesantemente, a capricho de la voluntad adolescente.
Ay... ¡el cambio! Tal vez lo único que permanece en nuestras vidas, lo único que está siempre presente, queramos o no. Transformación, renacimiento, metamorfosis... y sin embargo, siempre llevando encima esa sensación de inmovilidad, de estatismo.
Y como el último hit de U2, no puedo evitar sentir vértigo, me mueva o no, con precipio o sin él... sin embargo, posiblemente sea ese vértigo el que me haga sentir paralizada.
Sunday, March 25, 2007
U2 WALL
Publicado por bittersweet los 9:27 AM
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